Villa Alsacia

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lunes, 21 de febrero de 2011

Computación en la NUBE - MisiónPyme

Ahora las empresas acceden a soluciones de TI a través de la web sin necesidad de adquirir infraestructura. La tecnología se convierte en un servicio público como el acueducto o la electricidad: se conecta, se consume y se paga.
ImageCloud Computing no es otro término incomprensible de las TIC. La computación en la nube es un modelo que permite alquilar software o hardware sin la necesidad de hacer grandes inversiones, como lo requiere la compra de una licencia o de equipos de almacenamiento. Significa consumir tecnología como si fuera un servicio público, usted simplemente paga una tarifa mensual por lo que necesita.
El tema no es para astronautas o pilotos. Cada vez que usted entra a internet lo hace a una nube, lo que pasa es que ahora se pueden almacenar grandes cantidades de datos y acceder a programas que antes tenían que ser instalados en el computador. Usted nunca sabe a dónde entra, pero en ese lugar interactúa con información de personas y empresas, sólo basta con conectarse a internet.
En la nube se puede consumir capacidad de almacenamiento - en lugar de adquirir servidores y espacio en centros de datos- , sistemas operativos, correos electrónicos y programas básicos como procesadores de texto y hojas de cálculo, hasta especializados como soluciones de CRM (Customer Relationship Manager). La ventaja es que suprime las grandes inversiones porque le permite contratar según las necesidades y evolución del negocio.
Ventajas
·         Se paga mensualmente por el servicio según su consumo. Además, reduce costos porque evita la necesidad de comprar infraestructura o licenciamientos.
·         Es más segura: estos servicios están hospedados en data centers de compañías productoras de software de alta tecnología, lo cual asegura mejores estándares de seguridad que los que puede tener una empresa localmente. No hay que invertir en firewalls o actualizaciones, éstos gastos los asume el prestador de servicio y no el empresario.
·         Hace fácil el acceso a la información. Basta con tener internet, desde cualquier dispositivo fijo o móvil.
·         Los usuarios pueden obtener mayor capacidad de forma casi instantánea, con una ventaja y es que si ésta, en un momento dado ya no se requiere, la infraestructura puede reducirse a su tamaño original o menor, algo que en el modelo tradicional no es posible.
A considerar
·         Si una empresa requiere de una solución en particular, es probable que no necesite de una en la nube, la cual trabaja con el concepto de integralidad es decir “paquete completo”.
·         Es clave entender qué tipo de aplicaciones deberían moverse a este modelo, en especial cuando se habla de confiar a un externo la información crítica de la compañía. La nube implica seguridad y por ello es importante escoger un proveedor de servicios con el suficiente músculo para proteger los datos.
·         Hay que tener cuidado con los cambios culturales que implica cualquier adopción de tecnología. Hay que gestionarlos para que puedan ser implementados fácilmente por los empleados.
·         Alta dependencia de internet.  El óptimo funcionamiento de los programas en la nube requieren de un acceso ágil a la web. Tenga un plan B en caso de que se caiga la red de su primer proveedor de servicio.
Cómo elegir la solución adecuada
Primero hay que definir qué aplicaciones y servicios se van a poner en nubes públicas y cuáles en privadas. Las primeras se refieren al modelo estándar de Cloud Computing, en el cual un proveedor de servicios coloca sus recursos al público en general. En las nubes privadas, las redes son propietarias y se caracterizan por ser administradas por la organización a la que sirven. Hay un tercer modelo, las nubes híbridas o mixtas que son una mezcla de los dos sistemas anteriores.
En el caso de una compañía que se decide por la nube pública, la complejidad se disminuye pues todo el manejo del ambiente de infraestructura tecnológica está a cargo del proveedor de servicios, y lo que finalmente queda en manos del cliente es la operación de la herramienta desde el punto de vista del negocio. En el caso de las empresas que optan por crear su propia nube, el tema requiere un esfuerzo mayor y preparación adecuada del grupo de soporte que se va a hacer cargo de la administración del sistema. Por otro lado, al momento de seleccionar  los aliados en comunicaciones es importante que el proveedor pueda adecuarse a las necesidades del cliente pyme y le permita escoger los productos que necesita.
Costos ocultos y otros aspectos
Lo que se destaca de los costos del cloud computing es que éstos van a ser inferiores con respecto a la operación tradicional de TI, ya que una de las principales ventajas de esta solución es que los gerentes no tienen que comprar software o equipos adicionales. La contratación de consultoría o contar con personal de planta para administrarla depende del tipo de nube que escoja la empresa. La asesoría cobra mucho más sentido en la planeación de la iniciativa, que ayude a establecer si la compañía debe ir hacia una nube pública, privada o mixta (que depende de diversos factores, incluyendo regulaciones y legislación). Sin embargo, en cualquier caso podría necesitarse del acompañamiento de un aliado especializado en la migración hacia la nube y en la capacitación del personal para un mejor uso y aprovechamiento.
Tenga claro que los modelos privados y mixtos sí tienen un costo implícito puesto que requieren la infraestructura necesaria para establecerlos y el personal que soporte la operación.  De todas formas, es importante que se delegue a un líder que sea la cara tanto interna como externa del cloud computing para la organización. 
Mantenimiento y escalabilidad
La escalabilidad de la solución es inmediata y se puede aumentar y disminuir a medida que se vaya necesitando.  El mantenimiento lo hace el proveedor del servicio y solo está la necesidad de conservar los equipos que se usan, pero no los servidores ni los programas. En este punto es importante analizar hacia dónde va la industria y cuáles podrían ser las necesidades en el mediano plazo, por eso es clave seleccionar proveedores que cuenten con el suficiente respaldo tecnológico. Así la organización sea unipersonal, la idea es que el sistema en el futuro esté en capacidad de soportar cien empleados sin tener que afectar el modelo de operación. Aquellos que cumplen estándares como OVF (Open Virtualization Format) permiten que no se genere una dependencia. Ese aspecto es indispensable en términos de escalabilidad, puesto que la empresa debe estar en capacidad de migrar de un proveedor a otro sin problemas o tener varios a la vez.
Fuentes:
-        Juan Manuel Damián R., senior systems Engineer, Vmware
-        Julián Ceron, arquitecto senior de Soluciones , CA Technologies
-        Omar Perdomo, gerente de desarrollo de negocios para la Pymes Microsoft Colombia.
-        Juan David Garzón, gerente de desarrollo de negocios  de Avanxo
-        Camilo Rojas,  IBM
Aportó: PedroDUA

lunes, 14 de febrero de 2011

¿Es usted un Lider Trascendente? - Gestión Humana


Las compañías necesitan de personas creativas, innovadoras, asertivas, proactivas, arriesgadas, optimistas y con valores éticos, lo cual es clave para su crecimiento. Se requiere entonces de trabajadores con un Liderazgo Trascendente, tema del nuevo libro del presidente del Instituto Latinoamericano de Liderazgo, Jorge Yarce.
Como lo señala este autor en su obra Liderazgo Trascendente, el liderazgo no es popularidad, ni rango, ni privilegio. Es ante todo una responsabilidad con uno mismo y con los seres que nos rodean, la capacidad de dar respuestas adecuadas a las necesidades del medio y asumir las consecuencias de cada uno de los actos con mucha responsabilidad. 

El liderazgo trascendente intenta entonces transformar a la sociedad con base en el trabajo hecho con excelencia personal, con afán permanente de mejorar y de guiar las acciones por valores éticos.  Si bien la empresa ejerce un liderazgo en la sociedad de hoy en muchos aspectos (investigación, innovación, mercadeo, comunicaciones, servicios, control de calidad, entre otros), logra un gran desarrollo en la medida en que cuente con personas que logran alinear sus objetivos personales con los que ésta tiene. 

La condición de progreso de las unidades productivas se debe a personas con características especiales: emprendedoras, con capacidad directiva y por lo tanto líderes. Aquí algunas recomendaciones que se hallan en este manual de liderazgo y que pueden ayudarlo a mejorar sus habilidades desde el rol que desempeñe en su organización. 

Las compañías necesitan emprendedores 
Emprender es mucho más que poseer información, que tener conocimientos o estar muy preparado. Un emprendedor necesita la sabiduría práctica, la cual consiste en saber interrelacionar los conocimientos y experiencias y convertirlos en realidades que funcionen.
Un ingrediente fundamental de la persona emprendedora es la capacidad de soñar con nuevos horizontes, la lucha permanente por obtener resultados positivos y la actitud de pensar siempre que lo que quiere es posible. 
Para esta persona es importante la preocupación permanente por retar la estabilidad de lo rutinario, por encontrar alternativas distintas de hacer las cosas. Además, tiene capacidad para salirse del camino normal, para ver lo que otros no ven, para pensar y hacer lo que parece imposible porque para ella lo posible ya está hecho. 
Las empresas necesitan una generación de profesionales con auténtico espíritu emprendedor, que sueñen con desafíos grandes en el campo empresarial y social, que en lugar de temer a las crisis y a los problemas, piensen que es el momento posible para despertar y aprovechar el potencial de liderazgo que llevan dentro, y que lo hagan realidad, conscientes de que los mayores éxitos los cosechan quienes afrontan mayores riesgos. 

Un líder entiende que trabajar es obrar 
En el campo laboral es esencial entender que trabajar es convertir el hacer en obrar de forma muy consciente para ser y trascender. Y precisamente el hacer algo se convierte en obrar cuando se interioriza lo que se hace y se puede controlar, sin permitir que un oficio absorba a la persona y que a la vez el resultado logrado sea satisfactorio. 
Pero para obrar es necesario poner los cinco sentidos en lo que se hace (concentración, intensidad, orden) y darle a una actividad un sentido (lo que se busca, lo que se quiere, lo que se logra, lo que afecta a la persona que realiza la acción y las personas que lo rodean. De la misma forma, también se debe actuar éticamente y es ahí donde se ponen en práctica los principios. 
El punto clave para quienes de verdad obran no es solo hacer, ser eficaz, eficiente o efectivo sino mejorar como persona para realizar mejor los distintos procesos en el trabajo.  

Trascender en los valores 
El liderazgo trascendente no consiste en aparentar tener valores o decir que se cuenta con ellos (honestidad, integridad, lealtad,  responsabilidad, equidad, cuidado, respeto) sino que logra que las personas los hagan parte de su vida y los promuevan a nivel colectivo. Esos valores no permiten que la persona se encierre en sí misma o los practique solo para ella. Mientras no incorpore los valores a su conducta personal, reflejándolos en la actuación, se puede decir que no se tienen. 
Cuando la voluntad tiende a poner en marcha los actos que, por ejemplo, caracterizan a una persona honesta o responsable, se logra construir y proyectar en la sociedad ese valor.  

¿Quién es el verdadero líder?
El liderazgo es una posibilidad de las personas que puede desarrollarse o no, dependiendo de su voluntad y también del medio que las rodea. Es el ambiente familiar y social el que facilita el desarrollo de la capacidad de liderazgo. Los líderes ejercen una influencia real que motiva, orienta, organiza y conduce a la acción a otras personas, en busca de un bien común para el grupo. 

El liderazgo se construye 
Se habla de construcción de liderazgo en las personas como un proceso que desarrolla capacidades, habilidades y hábitos para ayudar a otros a conseguir sus objetivos personales y sociales. 
Un proceso de construcción es una tarea progresiva que parte de unas bases, que apunta a unos objetivos y que se puede evaluar permanentemente. Hay que partir de unas oportunidades de manifestar ese liderazgo, unas capacidades de encarnarlo, unas necesidades sociales de manifestarlo, y un grupo humano en el cual expresarlo. 
La construcción es el desarrollo de hábitos estables, de valores y virtudes que dan coherencia de vida, consistencia de actuación, entusiasmo por la tarea y una confianza en los demás que infunde optimismo e iniciativa. El líder produce resultados, consigue adhesiones libres e influye en sus seguidores, que ven en él un ejemplo y una ayuda para conseguir sus objetivos. 

Un líder tiene el arte de dirigir 
Éste va mucho más allá que el arte de administrar. Es una habilidad que se puede transmitir o aprender. Para aprender a dirigir hay que saber y por supuesto administrar, pero sobre todo, hay que saber desarrollar a las personas buscando máximo rendimiento y máxima satisfacción, saber hacer trabajar a quienes están bajo esa dirección. A diferencia de quien solo administra, quien dirige es más consciente de las necesidades de realización de su grupo. No puede estar satisfecho solamente con que la gente haga bien su trabajo. 
La dirección es siempre dirección de personas y de relaciones entre personas. No tanto dirección de procesos, sino dirección de equipos de trabajo. Aquí se considera a la empresa como un cuerpo vivo, en el que la gente trabaja no solo por unos incentivos, sino por la satisfacción personal y por servir. 
Quien dirige está preocupado porque su gente crezca, se desarrolle, tenga sentido de pertenencia y exista un verdadero equipo. Aprender a dirigir es desarrollar cualidades como la audacia, la visión de conjunto, la capacidad para comunicarse, la comprensión, la visibilidad, la firmeza, el optimismo, la recursividad, entre otras. 
Se puede ser excelente profesional pero pésimo administrador. La inclinación natural lleva a pensar que debe administrar el mejor o el más inteligente, el más enérgico o el más comunicativo, pero éstas son sólo cualidades que no bastan para hacer de una persona un administrador. Un líder que sabe administrar, además de estas cualidades, sabe comunicarse con cada miembro del equipo para decirle qué espera de él, y mueve a las personas para que realicen bien su tarea individual. 
Un líder trascendente logra materializar sus ideas porque mantiene con los ojos abiertos a una nueva sociedad, está dispuesto al cambio y sabe recibirlo. Precisamente es la persona que ve las cosas de otra manera para salvar, para abrir nuevos caminos, para engendrar sueños colectivos y crear herramientas que permitan volverlos realidad. Así, el liderazgo trascendente es una influencia positiva en los demás que contribuye a que ellos realicen valores con miras de servicio al bien común.   
Para más información sobre esta interesante obra, consulte el Instituto Latinoamericano de Liderazgo.  www.liderazgo.org.co  o escriba a ill@liderazgo.org.co
Aportó: PedroDUA